Los seres humanos son únicos, cada persona nace con genes y autenticidades incomparables con otros, aún un gemelo de otro tiene individualidad genética. En el tiempo las vivencias tranforman y moldean la complejidad existencial de cada ser asegurando aún mas las diferencias.
La competencia, la medalla, la necesidad de comparación para señalar diferencias han dado como consecuencia: la exclusión, el racismo, las guerras, etc., etc.
Sería necesario entonces cuestinarnos ¿Porque nos comparamos entre nosotros?, ¿Es necesario para sentirse mejor el encontrar alguna falencia en nuestro hermano? o ¿Quizás estamos imaginando o peor aún provocándolo, a estos extremos podríamos llegar?.
Veamos la realidad el día a día, el mundo que nos rodea para identificar sucesos que puedan calzar con esta observación, ¿Pasamos día a día, hora a hora, minuto a minuto, tratando ser mejor que otro? es decir andamos comparandonos con seres que nunca llegaremos a ser, porque quizás imitar podríamos, porque ser igual va ser imposible, para eso se tendría que ser la persona misma...
La busqueda constante es un proceso que nunca acaba y es parte de la necesidad humana por perseguir su ideal.
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